martes, 3 de septiembre de 2013

Violinista hermano en Cristo, tenga educación!!!


Estábamos en una reunión de una comunidad abierta a la que asistimos  de forma regular, pero este último día nos encontramos con algo que de manera jocosa me sacó de concentración.

En la primera fila de uno de los laterales estaba sentado un señor de aproximadamente 53 años de edad con los zapatos quitados y las piernas cruzadas en plena reunión donde habíamos al rededor de 75 personas.

Tan pronto me percaté de la situación pensé que el susodicho podia tener algún problema en los pies o quizá estaba muy cansado, lo observé detenidamente que se agarraba un tobillo y pensé: -que pretende hacer?...no puede ser posible que el se dé violín delante de todos-,
Dicho y hecho, antes se que terminara la frase ya el hombre había entrelazado sus dedos de las manos con los de los pies iugh! qué asco...
De inmediato el susodicho hacia de un lado al otro, desde el talón al pulgar, cambiaba de un pie a otro, como con una comezón extraña y yo sólo recreaba en mi mente el momento cuando nos tocara darnos el saludo de la paz o agarrarnos de mano para rezar el Padre Nuestro, díganme ustedes sí podía concentrarme?
Al cabo de un buen rato y después de que Madeline me llamara a la atención varias veces por mi inquietud, el susodicho decide ponerse los zapatos, para la gloria de Dios Todopoderoso! y yo sentí un alivio aunque no deseaba que  llegase el saludo de Paz, porque con él no la tenía jejejejeje....siga para abajo
Pues si creen ustedes que esto quedo aquí, se equivocaron medio a medio, porque los dedos del señor violinista o el susodicho se emplearon en la entretenida tarea de explorar los salones de su nariz hasta sacarse los ojos en busca de no se qué, será un tesoro perdido o un gato volador?, en fin, pasaron dos minutos en esta práctica  y volvió mi des-con-cen-tra-cion, 👏👏👏 comenzando por 👏👏👏 nombre de 👏👏👏(son palmadas jajajaj, sólo me vino a la mente jejeje)
Y finalmente como se que ya les cansó el cuento o trágico relató de mi desgracia donde conocí el verdadero purgatorio, la gota que derramó el cáliz fue cuando el malvado violinista y buscador de tesoros saco de su bolsillo un peinesito blanco de esos que se usaban antes del tiempo de las chancletas Zamurai, y empezó a peinarse de atrás para alante como sí nada pasaba, como que el estaba en el planeta Marte donde nadie lo estuviese viendo...
En ese momento no supe que hacer, con mis labios temblorosos miré a Madeline, no me salió palabra alguna, me incorporé del asiento en el que estaba derretido y huí!!!!.....

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